¿Existen formas correctas e incorrectas de visibilizar la violencia contra las mujeres?
En las últimas semanas se ha generado un gran debate sobre si hay un modo correcto de abordar la denuncia de la violencia contra las mujeres.
No debemos perder el foco y olvidar la importancia de la lucha contra la violencia de género.
Desde el pasado 21 de marzo en este país se está produciendo un fuerte debate social sobre si la televisión y en horario de máxima audiencia, es el lugar ideal para debatir sobre la violencia de género. Es totalmente lícito hacerlo, pero no debemos con ello, cuestionar la violencia de género ni la durísima realidad a la que se enfrentan sus víctimas.
El motivo de tal debate es la retransmisión de la docuserie protagonizada por Rocío Carrasco y emitida por Telecinco, cuyo impacto está siendo socialmente inapelable. La audiencia media de cada capítulo supera los tres millones de espectadores, la repercusión en redes sociales ha convertido su nombre en tendencia con cada emisión y las llamadas al 016 por violencia machista han aumentado más de un 42% desde su estreno. Tras más de 20 años de silencio la hija de Rocío Jurado ha relatado (y sigue haciéndolo puntualmente cada semana) los supuestos malos tratos que sufrió por parte de su exmarido. Este testimonio está incluso agitando el debate político, ha llegado al Gobierno y al Parlamento, alzando la voz en estos mismos medios, políticas de primera línea, como Irene Montero, ministra de Igualdad, o Adriana Lastra, diputada y vicesecretaria del PSOE, se han pronunciado públicamente a favor de Carrasco, agradeciendo su testimonio.
Las principales críticas al documental de Rocío Carrasco se centran en su tono, en que el relato se enmarca dentro de los programas del corazón de Mediaset, que se prescinde de la versión del “acusado”, y en que se considera su versión como la única válida.
Esta forma de reivindicación es indisociable del movimiento #MeToo y con las denuncias por acoso contra el productor Harvey Weinstein, de mano de numerosas actrices populares. Desde entonces, una serie de documentales han narrado los abusos —algunos confirmados por la justicia, otros no— de hombres poderosos, desde músicos a entrenadores olímpicos, de políticos a grandes personajes. Todos ellos parten de dos premisas. Por un lado, dan especial peso a la narración de las víctimas, una de las reclamaciones históricas del movimiento feminista, materializada en campañas y lemas como “Hermana, yo sí te creo”, y por otro, se presentan como la “cara B silenciada” de una cara aceptada acríticamente por la sociedad y que resultaba una verdad incómoda de asumir.
Cada uno tiene su opinión sobre las formas, los medios y los lugares más adecuados para dar un testimonio, pero lo que no podemos poner en duda, es que la violencia que se ejerce sobre las mujeres sigue generando polémica y provocando el debate público. La realidad es que la sociedad está cada día más concienciada con esta realidad y tanto mujeres como hombres, son conscientes de la importancia de visibilizar a las víctimas para que denuncien a sus agresores.
Desde las empresas que componen el Grupo Marevents, siempre hemos mostrado nuestro compromiso con las prácticas destinadas a erradicar la violencia contra las mujeres, con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de acciones de sensibilización con perspectiva de género, y contando con la única empresa de comunicación en España con el Distintivo de Igualdad y la distinción como Empresa libre de Violencia de Género. Diseñamos y desarrollamos proyectos de sensibilización y difusión de las problemáticas principales de las mujeres. En la actualidad nos encontramos ejecutando campañas de concienciación en las ciudades y municipios más importantes de España, acciones enmarcadas en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
Creo firmemente que la sensibilización social es importantísima y que desde las instituciones, así como desde las empresas, debemos trasladar esa inquietud a los ciudadanos, mostrando en todo momento apoyo a las víctimas y repulsa al maltratador, por lo que cualquier medio de difusión es importante para avanzar en esta ardua lucha contra la lacra social de la violencia contra las mujeres.