Conciliación familiar, utopía o realidad

Conciliación, utopía o realidad

Sigue siendo un asunto pendiente en nuestro país donde la natalidad no deja de caer.

El Consejo de Ministros aprueba el “Plan Corresponsables”, con 190 millones de euros para la conciliación de las familias.

Todos sabemos que la conciliación laboral y familiar consiste en un conjunto de medidas encaminadas a favorecer que el trabajador tenga unas condiciones más beneficiosas a la hora de desarrollar su carrera profesional sin perjuicio de su vida personal y familiar.

Es un concepto que también se entiende desde la igualdad de género, basado en la reestructuración de los sistemas de trabajo y sociales con el fin de conseguir una participación más igualitaria de hombres y mujeres en el mercado laboral y en la vida familiar. Entre los objetivos de esta conciliación familiar y laboral también está la modificación de los roles y estereotipos de género, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, o mejorar los servicios de atención a personas dependientes.

Actualmente, la conciliación es una parte cada vez más importante de las políticas de empresa. El impulso de estas prácticas no solo contribuye a aumentar la satisfacción de los trabajadores, sino es un factor que influye de forma decisiva en la imagen de la empresa de cara al exterior.

El conflicto trabajo-familia ocurre principalmente cuando las responsabilidades relacionadas con el trabajo interfieren con las actividades de la familia. Precisamente, las medidas de conciliación trabajo-familia presentan una amplia variedad de iniciativas que ayudan a los trabajadores a equilibrar las demandas de su trabajo y las obligaciones de su vida familiar. Es evidente que la dificultad para conciliar el trabajo con las responsabilidades familiares, así como la creciente exigencia en los puestos de trabajo ejercen fuertes presiones sobre los trabajadores que la mayoría de las veces, sienten que no llegan a todo, o si llegan, no es de la manera como les gustaría.

En este sentido, este conflicto supone un generador de estrés que puede repercutir negativamente en el puesto de trabajo y, en consecuencia, en los resultados de la empresa.

Una empresa responsable con su trabajadores, analiza y gestiona adecuadamente este conflicto, y para eso, algunas organizaciones prestan cada vez más atención al planteamiento de medidas de conciliación familiar para reducir dicho conflicto.

En esta línea, y sabiendo de la grandísima importancia que tiene tanto para los trabajadores como para las empresas, el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Igualdad, acaba de aprobar el “Plan Corresponsables”, cuyo objetivo es garantizar la conciliación y el cuidado de los menores en las familias con menos recursos.

Sería, inicialmente, una medida que cubriría a los menores de 0 a 14 años; cuidados que bien podrían recibirse a domicilio o en dependencias públicas habilitadas tales como escuelas, centros municipales o polideportivos. Según un documento de trabajo facilitado por el Ministerio, el acceso será prioritario para para “familias monoparentales, víctimas de violencia de género y de otras formas de violencia contra la mujer, mujeres en situación de desempleo de larga duración, mujeres mayores de 45 años o a unidades familiares en las que existan otras cargas relacionadas con los cuidados”, teniendo en cuenta también el nivel de renta.

Es una medida que está en desarrollo y no sabemos cuál será su nivel de aplicación o cómo se llevará a cabo, pero es muy interesante que desde la administración pública, se creen y desarrollen políticas de conciliación que luchen contra la desigualdad en el mercado laboral que hasta ahora no existían.

Dar soluciones y alternativas al tema de la conciliación y los cuidados, que habitualmente recaen sobre la mujer, es uno de los puntos más importantes para conseguir la igualdad de oportunidades y el pleno desarrollo de la mujer en el ámbito profesional. Encontrar esas alternativas es cosa de todos, de la administración y de las empresas. Pero las empresas, muchas veces, reclaman ese importante apoyo institucional, para no ser solo ellas las que tengan que ser garante de los derechos de los trabajadores en materia de igualdad de oportunidades en el ámbito laboral.

Pero la conciliación es cosa de hombres y mujeres, el desarrollo de medidas adaptables a ambos es primordial. Promover medidas de conciliación de la vida laboral y familiar de todo el personal que favorezcan la retención del talento, el aprovechamiento de la experiencia y premien el esfuerzo y la dedicación en el marco de una eficaz y moderna gestión del tiempo. Las medidas de conciliación son, por sus propias características, eficaces instrumentos para favorecer una efectiva política de igualdad.

Algunas de las medidas tomadas por nuestra compañía son:

  • Horario de entrada a las 9:30h, para poder dejar a los niños en el colegio, y jornada intensiva, para por las tardes poder atender a nuestras familias.
  • Programa de bolsa de horas para asuntos de conciliación, para permitir una mayor conciliación de la vida personal y familiar, pudiendo el trabajador atender a sus necesidades personales y familiares.
  • Flexibilidad en el teletrabajo o la movilidad geográfica por necesidades de conciliación.
  • Sistema de “luces apagadas”, para no alargar la jornada laboral, más allá de la hora de finalización de la jornada.
  • No establecer reuniones antes de las 09:30 y más allá de las 16:30 horas.
  • Flexibilidad de la jornada, entre otras.

Un trabajador que puede conciliar su vida laboral y personal, es un trabajador feliz laboralmente hablando, y eso repercute directamente en su efectividad y resultados.